REFLEXIÓN SOBRE LA
IMPORTANCIA DE LA NEUROCIENCIA EN EL PROCESO EDUCATIVO Y SU APLICACIÓN EN CADA
UNA DE LAS PROBLEMÁTICAS DE LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA
Elaborado por: Carmen Rosa Sierra y Marysol Pinchao
La educación a través de los años ha sido
una necesidad para el ser humano, pero
poco a poco de acuerdo a su evolución se fueron creando y desarrollando
estrategias y métodos de aprendizaje que solo se centraba en lo básico, sin
tener en cuenta conocimientos acerca de las características del sistema
nervioso y el cerebro humano y como el aprendizaje influye en este proceso, la
educación que hoy en día se imparte, debe estar apoyada de otras ciencias como
la psicología, las ciencias educativas (pedagogía y didáctica) y por supuesto
la neurociencia, la interdisciplinaridad y la transdisciplinariedad que se teje
entre ellas puede resolver y ayudar a mejorar el proceso educativo teniendo
como eje central el cerebro, este biológica y fisiológicamente tienen estructuras
y forma determinadas pero cada una cumple una función determinada en cada
sujeto, las influencias ambientales, la calidad de estímulos hace que cada uno sea diferente, a esto le
llamamos plasticidad cerebral. https://es.images.search.yahoo.com/search/images;
La
ciencia y la tecnología coexisten con el
crecimiento de conflictos emocionales, la labor de formar y educar a las nuevas
generaciones requiere de una propuesta pedagógica innovadora que replantee
algunos preconceptos sobre la educación y las maneras cómo los sujetos
aprenden, no es una tarea fácil y probablemente nunca lo sea pero el reto es
ser mejor y transformar creativamente las experiencias escolares, a partir de
la comprensión de cómo aprende, como guarda información nuestro cerebro y
cuáles son los procesos biológicos que facilitan la construcción del
conocimiento para lograr un aprendizaje
significativo. Para Judy willis Neurocientífica e investigadora de la relación
neurociencia-educación hay do puntos focales relevantes para un óptimo
aprendizaje: en primera instancia, el estado de ánimo del “alumno” o la predisposición
que éste tenga hacia la captación de una información novedosa. Si el alumno
está contento, la información recepcionada será aprendida con mayor facilidad,
en situación contraria de nada valdrán las explicaciones del profesor aun
cuando destilen calidad, en un segundo lugar está la metodología empleada muy
importante en la enseñanza porque depende en gran parte de la manera como el
estudiante se predisponga para aprender. Las emociones juegan un papel importante
en el estado emocional ya que condiciona fuertemente el funcionamiento del
cerebro en acciones como la toma de
decisiones, lenguaje, memoria y percepción determinando la adquisición de
nuevos conocimientos. No hay buenos ni malos estudiantes, el cerebro ha
demostrado tener una increíble capacidad de aprender y reaprender por lo tanto
no se debe pronosticar el éxito o el fracaso de ningún estudiante. “La
neurociencia provoca un gran impacto en la educación y lo que hace día tras día
un profesor en el aula es crear experiencias que van a modificar el cableado de
las neuronas en nuestros alumnos” (Campos
Ana Lucia). El auge de la neurociencia en la educación propone a los
docentes enfrentar nuevos retos que
pongan a prueba su fortalezas y habilidades; sin embargo cabe anotar que
existen docentes que aún le temen a la interacción con los nuevos saberes como: poca práctica, falta de conocimiento,
miedo a la innovación e incursionar en esta era. El reto que plantea el sistema
educativo para mejorar la calidad de la educación, implica la formación de
personas versátiles, con habilidades diversas, por tanto, es necesario que
tanto docentes como estudiantes inicien una transformación de las prácticas
escolares, que conduzcan a mejorar la calidad educativa reflexionando sobre el
papel que debe cumplir la escuela como principal agente generador de cultura,
para ello se requiere una mirada retrospectiva y evaluativa sobre los procesos
que se han desarrollado en nuestras instituciones y específicamente en el aula,
por otra parte no se puede dejar de lado situaciones externas que afectan de
manera directa o indirecta el proceso enseñanza aprendizaje ya sean
emocionales, familiares, psicológicas, personales, sociales, política y
culturales, así como situaciones que se dan al interior del aula como el
bullying, lo que implica, entre otras consecuencias, apatía y falta de interés
al aprendizaje.
La educación a través de los años ha sido una necesidad para el ser humano, pero poco a poco de acuerdo a su evolución se fueron creando y desarrollando estrategias y métodos de aprendizaje que solo se centraba en lo básico, sin tener en cuenta conocimientos acerca de las características del sistema nervioso y el cerebro humano y como el aprendizaje influye en este proceso, la educación que hoy en día se imparte, debe estar apoyada de otras ciencias como la psicología, las ciencias educativas (pedagogía y didáctica) y por supuesto la neurociencia, la interdisciplinaridad y la transdisciplinariedad que se teje entre ellas puede resolver y ayudar a mejorar el proceso educativo teniendo como eje central el cerebro, este biológica y fisiológicamente tienen estructuras y forma determinadas pero cada una cumple una función determinada en cada sujeto, las influencias ambientales, la calidad de estímulos hace que cada uno sea diferente, a esto le llamamos plasticidad cerebral.
La ciencia y la tecnología coexisten con el crecimiento de conflictos emocionales, la labor de formar y educar a las nuevas generaciones requiere de una propuesta pedagógica innovadora que replantee algunos preconceptos sobre la educación y las maneras cómo los sujetos aprenden, no es una tarea fácil y probablemente nunca lo sea pero el reto es ser mejor y transformar creativamente las experiencias escolares, a partir de la comprensión de cómo aprende, como guarda información nuestro cerebro y cuáles son los procesos biológicos que facilitan la construcción del conocimiento para lograr un aprendizaje significativo. Para Judy willis Neurocientífica e investigadora de la relación neurociencia-educación hay do puntos focales relevantes para un óptimo aprendizaje: en primera instancia, el estado de ánimo del “alumno” o la predisposición que éste tenga hacia la captación de una información novedosa. Si el alumno está contento, la información recepcionada será aprendida con mayor facilidad, en situación contraria de nada valdrán las explicaciones del profesor aun cuando destilen calidad, en un segundo lugar está la metodología empleada muy importante en la enseñanza porque depende en gran parte de la manera como el estudiante se predisponga para aprender. Las emociones juegan un papel importante en el estado emocional ya que condiciona fuertemente el funcionamiento del cerebro en acciones como la toma de decisiones, lenguaje, memoria y percepción determinando la adquisición de nuevos conocimientos. No hay buenos ni malos estudiantes, el cerebro ha demostrado tener una increíble capacidad de aprender y reaprender por lo tanto no se debe pronosticar el éxito o el fracaso de ningún estudiante. “La neurociencia provoca un gran impacto en la educación y lo que hace día tras día un profesor en el aula es crear experiencias que van a modificar el cableado de las neuronas en nuestros alumnos” (Campos Ana Lucia). El auge de la neurociencia en la educación propone a los docentes enfrentar nuevos retos que pongan a prueba su fortalezas y habilidades; sin embargo cabe anotar que existen docentes que aún le temen a la interacción con los nuevos saberes como: poca práctica, falta de conocimiento, miedo a la innovación e incursionar en esta era. El reto que plantea el sistema educativo para mejorar la calidad de la educación, implica la formación de personas versátiles, con habilidades diversas, por tanto, es necesario que tanto docentes como estudiantes inicien una transformación de las prácticas escolares, que conduzcan a mejorar la calidad educativa reflexionando sobre el papel que debe cumplir la escuela como principal agente generador de cultura, para ello se requiere una mirada retrospectiva y evaluativa sobre los procesos que se han desarrollado en nuestras instituciones y específicamente en el aula, por otra parte no se puede dejar de lado situaciones externas que afectan de manera directa o indirecta el proceso enseñanza aprendizaje ya sean emocionales, familiares, psicológicas, personales, sociales, política y culturales, así como situaciones que se dan al interior del aula como el bullying, lo que implica, entre otras consecuencias, apatía y falta de interés al aprendizaje.
La ciencia y la tecnología coexisten con el crecimiento de conflictos emocionales, la labor de formar y educar a las nuevas generaciones requiere de una propuesta pedagógica innovadora que replantee algunos preconceptos sobre la educación y las maneras cómo los sujetos aprenden, no es una tarea fácil y probablemente nunca lo sea pero el reto es ser mejor y transformar creativamente las experiencias escolares, a partir de la comprensión de cómo aprende, como guarda información nuestro cerebro y cuáles son los procesos biológicos que facilitan la construcción del conocimiento para lograr un aprendizaje significativo. Para Judy willis Neurocientífica e investigadora de la relación neurociencia-educación hay do puntos focales relevantes para un óptimo aprendizaje: en primera instancia, el estado de ánimo del “alumno” o la predisposición que éste tenga hacia la captación de una información novedosa. Si el alumno está contento, la información recepcionada será aprendida con mayor facilidad, en situación contraria de nada valdrán las explicaciones del profesor aun cuando destilen calidad, en un segundo lugar está la metodología empleada muy importante en la enseñanza porque depende en gran parte de la manera como el estudiante se predisponga para aprender. Las emociones juegan un papel importante en el estado emocional ya que condiciona fuertemente el funcionamiento del cerebro en acciones como la toma de decisiones, lenguaje, memoria y percepción determinando la adquisición de nuevos conocimientos. No hay buenos ni malos estudiantes, el cerebro ha demostrado tener una increíble capacidad de aprender y reaprender por lo tanto no se debe pronosticar el éxito o el fracaso de ningún estudiante. “La neurociencia provoca un gran impacto en la educación y lo que hace día tras día un profesor en el aula es crear experiencias que van a modificar el cableado de las neuronas en nuestros alumnos” (Campos Ana Lucia). El auge de la neurociencia en la educación propone a los docentes enfrentar nuevos retos que pongan a prueba su fortalezas y habilidades; sin embargo cabe anotar que existen docentes que aún le temen a la interacción con los nuevos saberes como: poca práctica, falta de conocimiento, miedo a la innovación e incursionar en esta era. El reto que plantea el sistema educativo para mejorar la calidad de la educación, implica la formación de personas versátiles, con habilidades diversas, por tanto, es necesario que tanto docentes como estudiantes inicien una transformación de las prácticas escolares, que conduzcan a mejorar la calidad educativa reflexionando sobre el papel que debe cumplir la escuela como principal agente generador de cultura, para ello se requiere una mirada retrospectiva y evaluativa sobre los procesos que se han desarrollado en nuestras instituciones y específicamente en el aula, por otra parte no se puede dejar de lado situaciones externas que afectan de manera directa o indirecta el proceso enseñanza aprendizaje ya sean emocionales, familiares, psicológicas, personales, sociales, política y culturales, así como situaciones que se dan al interior del aula como el bullying, lo que implica, entre otras consecuencias, apatía y falta de interés al aprendizaje.
Finalmente, para la ejecución de
propuestas, es importante que el docente atienda a los aportes teóricos de los
diferentes enfoques cognitivo, constructivista y humanista, apoyándose en las
disciplinas derivadas de la neuroeducación. para lograr proponer una vía
integral, que fomente la construcción de conocimientos, a partir de la
participación activa en la construcción de sus saberes, en beneficio de la
mejora en la calidad educativa que se necesita hoy en día, el docente debe
afrontar los nuevos desafíos que trae la
revolución científica e investigativa sin dejar entre renglones que al construir futuro
se está trabajando con seres humanos donde no se puede olvidar que la formación
no solo es de cabeza sino también de corazón, teniendo en cuenta la parte
emocional. Es así como conociendo los diferentes paradigmas por los que ha
pasado la educación vale la pena recordar. ¿ De dónde partimos?, ¿Por dónde
pasamos?, ¿A dónde llegamos?.
La
tarea que nos espera no es despreciable si se tiene en cuenta que la enseñanza
aprendizaje es el principal proceso intencional mediante la cual la sociedad
moderna convierte a su individuos en herederos de su saber, tradición y pasado
histórico, de su competencia productiva y de su capacidad de convivencia
presente, la neurociencia está diseñada para que los sujetos se enriquezcan
cognitiva, social y culturalmente.
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noticia independiente.
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